Os presentamos a Mel, una galga tranquila a la que le encanta sentarse en una butaca enfrente de la Chimenea, solo le faltan las agujas y un ovillo de lana. Convive bien con otros perros siempre que sean tranquilos, le gusta pasear y echarse unas carreras.
Coge referencia y le gusta pedir mimos, así que hay que dosificarselos mucho. Fue recogida en un pueblo de Castilla la mancha, sin miedos y se dejó coger.