Llegó junto con Lapiz, justo para terminar el año 2023.
Pesa 22 kilos y en breve terminara su protocolo veterinario sin problemas.
Es un perro cariñoso, sin miedos, juega y saluda a todo el mundo, aunque a veces es un poco impetuoso, como buen cachorrón que es.
No le gusta quedarse solo y su casa de acogida esta trabajando esa ansiedad por separación.
Zeru necesita una familia con otro perro o alguien con experiencia, que le marque pautas y limites.