Después de casi un mes, tenían claro que querían adoptarla.

Nos escriben estas palabras contando su experiencia...

“Nunca habíamos convivido con un perro en nuestro piso. Somos una familia de 4. Aita, ama y dos hijas de 22 y 23 años. 

No sin mucho pensar, debatir y consensuar, decidimos acoger un galgo en nuestra familia, pero cuando le vimos los ojos, supimos que ella se quedaría con nosotros.

Escribo estas líneas con Triana apoyada en mi antebrazo. Llegó asustada, con la cabeza gacha, pero poco a poco conseguimos hacerla saber que éramos su familia.

Mimosa, juguetona, exagerada y con mucho carácter. Así es nuestra Triana, nuestra nueva sombra.

De día, se sienta en el sofá, apoyando  siempre la cabeza en alguno de nosotros. Si Beatriz está estudiando en su habitación, Triana se tumba detrás de ella. Si Maria está cocinando, Triana aguarda a su lado como una sombra. De noche duerme en su camita, pero en la habitación donde también descansan Javi y Agurtzane.

Han pasado menos de 3 meses desde que llegó a nuestras vidas, pero ya no nos podemos imaginar nuestra vida sin ella, sin sus paseo y sus carreras, sin sus mimos y sus saltos. En fin, no nos imaginamos la vida sin ella.

No creemos que exista una mejor causa, para perder un sofá.”

Gracias familia por estas palabra y esperamos tener más noticias vuestras...